lunes, 31 de agosto de 2009

UN RUIDO QUE SUENA, QUE SUENA..

Jorge Luis Oviedo

Oigo un ruido, que suena, que suena, que suena;

Parece el grave y profundo rugir de la tierra,

Más intenso que cien mil cañones de guerra

Y más extenso que todo un desierto de arena.


No es un volcán que a los cielos expulsa ceniza

Ni una inmensa manada de leones hambrientos

Ni un huracán tropical de estruendosos vientos,

Que arrastra, en su alada furia, los techos a prisa.


Es un pueblo que ha sacudido todas sus penas,

Es un pueblo que estuvo quinientos años dormido,

Es un pueblo que hoy, por fin, rompió sus cadenas;


Es el pueblo de Honduras que hoy está decidido

A que no le construyan más palacios de arena.

Ese es el ruido que suena, que suena, que suena…

jueves, 27 de agosto de 2009

AL PUEBLO HONDUREÑO EN RESISTENCIA



Jorge Luis Oviedo


Lo pueden herir con lanzas y espadas

Y dispararle con arteros fusiles,

Y luego meterle golpes por miles

Y lanzarle, por montones, granadas;


Y de una cruz clavarlo en la altura

Para tratar de destruir su conciencia

Para dejarlo, sin Dios y sin ciencia;

Cual si fuese una salvaje criatura


Para que agache humillado su frente.

Ignoran que en todo lugar de la tierra,

La historia sabe tenerlo presente,


Y es que siempre ha ganado la guerra

Aquel que asume su lucha consciente,

El pueblo que es, de verdad, resistente.

miércoles, 12 de agosto de 2009

HA VUELTO LA BARBARIE (poema)

HA VUELTO LA BARBARIE

Jorge Luis Oviedo


Vieja,
Calva,
Terca,
Testaruda,
Muy testadura;

Sin memoria,
Sin conciencia,
Despiadada;
Terriblemente despiadada;

De largas uñas,
De afilados colmillos y
Sedienta de sangre,
Ha vuelto la barbarie.
Apertrechada como un tanque,
Recubierta de hojalata,
Con escudos,
Con metrallas,
Con garrotes,
Con estruendo,
Entre bombas lacrimógenas,
Mostrando garras y colmillos
Ha vuelto la barbarie.

Y como en los viejos tiempos
(Aquellos tiempos
Que parecían olvidados
En los rincones de los libros
En cenizas páginas,
En trastiendas recónditas)
Ha vuelto;
Se la puede ver durante el día,
De blanco almidonado
O de nítidos trajes azules
O de negro total;
Y encapuchada
Embiste como un toro de lidia,
Arremetiendo con instinto asesino,
Contra toda humana razón,
Contra todo cuerpo indefenso.

Y se la ve en el culto
Con las manos elevadas,
Clamando al cielo
O se la ve de rodillas
Frente al Cristo crucificado
Con traje clerical y de bonete rojo;
Antes de apretar el gatillo del fusil
Y destrozar una cabeza más.

La Barbarie ha vuelto
Y se apellida hoy:
Michelleti,
Canahuati,
Vásquez o Ferrari,
Como se apellidaba ayer:
Rosas,
Ubico,
Trujillo,
Carías o Somoza.