martes, 29 de septiembre de 2009

FABULA DEL SILENCIO


Jorge Luis Oviedo

Durante los años en que C.A.N. fue presidente vitalicio de la república estuvo en vigencia un decreto en el cual se sugería la obligatoriedad del silencio en los siguientes lugares: Transportes colectivos de tierra, mar y aire; calles, avenidas, parques, plazas públicas, estadios (o cualquier tipo de cancha deportiva), cafeterías, estaciones de transpc.rte, aduanas, galleras, rodeos, teatros, bares, salones de baile, mercados, cementerios, etc. Se exceptuaban las escuelas y colegios durante las horas de clase: Todo con el sano propósito de que los ciudadanos honestos practicaran las virtudes cívicas mediante el ejercicio continúo de la meditación.

La pena para quienes violaban dicho decreto consistía en privarlos de la lengua: Desde entonces este es un país de mudos.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

EL DIA DEL JUICIO FINAL DE LOS GORILAS


Armando García

Ya vine de donde andaba/ se me concedió volver…

(Ranchera mexicana)

Nada quedará impune, caballeros cuadrados de la mesa redonda. Sepan conspiradores, golpistas y vándalos que secuestraron al presidente en calzoncillos que, como el judío errante, vivirán eternamente aislados, sin ser reconocidos ni siquiera por su propia madre, mucho menos por la satrapía de los solapados halcones gringos que los auparon en su aventura.

Estén seguros: jamás podrán comprar con su fortuna de jeques de Alí Babá la conciencia de la comunidad internacional, ni la este humillado pueblo que ustedes siempre han despreciado apodándolo de haragán, borracho, puto, futbolero, peleón y disoluto.

Sepan, enganchadores intelectuales de la iniciativa privada, incubadores de los huevos de la sierpe de la corrupta cúpula castrense que, de ahora en adelante nada será igual y que, de aquí a lo que resta de historia patria, andarán con el sobresalto de aquel forajido de “Siete Pañuelos”: ser cogidos bajo buen recaudo en lugar en que encuentren.

Olvidan los soberbios, enceguecidos por su desmedido cálculo, que este pueblo, pese a lo vilipendiado, tiene una memoria del carajo, a prueba de borrones virtuales, de cercos mediáticos y tecnología punta. Y, como la vida hay que documentarla, cada acto está debidamente registrado y matasellado, con tinta indeleble, por aquello del borrón y cuenta nueva, asunto en el que son especialistas ustedes, señores falsarios.

Recuerden, es la documentalia de los excluidos, es el rayón de costilla acerca de la fementida estratagema de “sustitución legal” perpetrada por ustedes picaritos (y compañía: candidatos de facto, militares y policías sanguinarios –valga la redundancia–, diplomados de estado mayor en disuasión, tortura, desaparición y muerte.

Es por ello que, cada mentira de ustedes, burdos usurpadores se le está cayendo, cual mandil de feria, la carapeladura del oropel, el maquillaje y los afeites de la engañifa.

No crean (ustedes, los de la asonada y sus porqueros, chupamedias y “lambecaites”) que se van a salir con la suya en esa patraña plenipotenciaria en la que los tiene entrampados el otrora alcahuete de la contra reaganiana, el canciller tonteras. Más temprano que tarde saldrá relucir la verdad. Entonces, repudiables golpistas, no habrá cerco mediático que valga ante su fementida vocación de truhanes de la información, ni podrán sobornar a esa implacable jueza suprema de la humanidad: la historia.

Recuerden –si es que les queda algún adarme de cerebro– en su encumbrada felonía que los crímenes de lesa humanidad no prescriben jamás, que se hará justicia, porque ante el ubicuo tribunal de la historia no valdrá arrepentimientos de aquellos hermanos separados (“cristianos”, de alma verdeoliva) que tiraron la piedra y escondieron la mano; ni moteada jaculatoria que valga para las sagradas cachuchas de la beatería católica que hicieron panegíricos al derramamiento de sangre y bendijeron el golpe con el agua regia de su hisopo mendaz.

En este crítico revés, no habrá olvido ni perdón para los caínes que quisieron tapar el sol con su salivar de cancerberos mediáticos, ni para las plumas mercenarias que guardaron silencio cómplice, ni para los artistas que se hicieron los pendejos con su canto de canarios tísicos a la hora de la verdad, ni para los filósofos del acomodo y la delación, ni para aquellos intelectuales que miraron apalear a su pueblo y olvidaron letra, calculando número, mientras –contracorriente– pergeñaban espurias calumnias echándole leña al fuego desde sus tarifadas columnas.

No habrá, pues, bribones de la asonada anticonstitucional, gas, tolete, bomba, lacrimógena, bala, fusil, bota, sonar, escudo, telepisteada, radiobilleteada, perioreja, impunidad, carrera, tanqueta, ni mentira que valga.

martes, 22 de septiembre de 2009

HONDURAS SE LEVANTA


Jorge Luis Oviedo

La dictadura pretendió regresarnos a las cavernas, pero la mayoría de la población no lo ha permitido, a casi tres meses de resistencia, de represión, de muertos, de bloqueos, de cercos mediáticos, de todo cuantos han podido echar mano, la población ha dicho no, no, aquí nadie se rinde, aquí se resiste.

Hasta hace tres días las marchas de la resistencia parecían haberse vuelto una nueva costumbre. Marchas por la mañana, caravanas por la tarde en muchos lugares del país, desafiando pacíficamente a la dictadura.

Y de pronto aparece el presidente Mel en la embajada de Brasil y se genera en la población un nuevo aire, como en los deportistas, como en los boxeadores, como en los atletas; un nuevo aire, el aire final, el aire del impulso final de la carrera.

Está totalmente claro, no importa si hoy toman la embajada de Brasil y matan al Presidente, ya no importa, el pueblo está de pie y ha decidido sacar la dictadura; le quedan horas; aunque sigan golpeando, disparando a la gente, persiguiendo en sus propias viviendas, como está ocurriendo en este momento en barrios de Comayagüela

HOY SÍ AGUANTAMOS VERGA, PALMEROLO

Llantas quemadas, 22 de septiembre de 2009

Palmerolo

Amigo borrico

Hoy si aguantamos verga Palmerolo. De mañana eramos, como ya te dije, 15, al medio día, éramos, 600 y ya por la tarde éramos más de mil. Allí llegó la chepa a darnos verga. Como ya tanta gente me reconoce, cambié de aspecto. Me maquillé de pendejo ¡Puta! Pero la gente, andábamos en lucha pacífica, sólo cantando y diciendo: “¿Qué dijo la perra qué pairó a …?” y los chepos se enojaron y nos han metido bala viva y bombas lacrimógenas por tres horas. Hay heridos. Y como las bombas las han tirado en los techos y en los callejones peatonales, hay enfermos que están postrados en casas, que se han engravecidos.

Están allanando casas y sacando gente a la fuerza. Jóvenes. Se repite lo del estadio de Chile. En el descanso del medio día, le hice un poema a la abuela de la resistencia, que la tienen presa en un estadio-cárcel los Israelíes y los torturadores de Ricardo Álvarez. En computadora ajena te escribo esta nota. Palmerolo, como dice Longino Becerra, esta es noche de tarántulas. Tres horas y media de darnos verga. Así, te digo, después de todo esto. La policía tiene que ser civil. Debe de ser un contenido de la nueva constitución.

Tegucigalpa en rebeldía. ¡Viva la Patria! Honduras en rebeldía ¡Viva la dignidad! El sol amanecerá vivo y estamos en resistencia.

Mañana, todos estaremos puntuales en la Pedagógica, Palmerolo. Tienen que matarnos a todos para acabar con la resistencia, y como decía Túpac Amaru, regresaremos hechos millones.

Un abrazo

El poeta

Tu amigo del alma

lunes, 31 de agosto de 2009

UN RUIDO QUE SUENA, QUE SUENA..

Jorge Luis Oviedo

Oigo un ruido, que suena, que suena, que suena;

Parece el grave y profundo rugir de la tierra,

Más intenso que cien mil cañones de guerra

Y más extenso que todo un desierto de arena.


No es un volcán que a los cielos expulsa ceniza

Ni una inmensa manada de leones hambrientos

Ni un huracán tropical de estruendosos vientos,

Que arrastra, en su alada furia, los techos a prisa.


Es un pueblo que ha sacudido todas sus penas,

Es un pueblo que estuvo quinientos años dormido,

Es un pueblo que hoy, por fin, rompió sus cadenas;


Es el pueblo de Honduras que hoy está decidido

A que no le construyan más palacios de arena.

Ese es el ruido que suena, que suena, que suena…

jueves, 27 de agosto de 2009

AL PUEBLO HONDUREÑO EN RESISTENCIA



Jorge Luis Oviedo


Lo pueden herir con lanzas y espadas

Y dispararle con arteros fusiles,

Y luego meterle golpes por miles

Y lanzarle, por montones, granadas;


Y de una cruz clavarlo en la altura

Para tratar de destruir su conciencia

Para dejarlo, sin Dios y sin ciencia;

Cual si fuese una salvaje criatura


Para que agache humillado su frente.

Ignoran que en todo lugar de la tierra,

La historia sabe tenerlo presente,


Y es que siempre ha ganado la guerra

Aquel que asume su lucha consciente,

El pueblo que es, de verdad, resistente.

miércoles, 12 de agosto de 2009

HA VUELTO LA BARBARIE (poema)

HA VUELTO LA BARBARIE

Jorge Luis Oviedo


Vieja,
Calva,
Terca,
Testaruda,
Muy testadura;

Sin memoria,
Sin conciencia,
Despiadada;
Terriblemente despiadada;

De largas uñas,
De afilados colmillos y
Sedienta de sangre,
Ha vuelto la barbarie.
Apertrechada como un tanque,
Recubierta de hojalata,
Con escudos,
Con metrallas,
Con garrotes,
Con estruendo,
Entre bombas lacrimógenas,
Mostrando garras y colmillos
Ha vuelto la barbarie.

Y como en los viejos tiempos
(Aquellos tiempos
Que parecían olvidados
En los rincones de los libros
En cenizas páginas,
En trastiendas recónditas)
Ha vuelto;
Se la puede ver durante el día,
De blanco almidonado
O de nítidos trajes azules
O de negro total;
Y encapuchada
Embiste como un toro de lidia,
Arremetiendo con instinto asesino,
Contra toda humana razón,
Contra todo cuerpo indefenso.

Y se la ve en el culto
Con las manos elevadas,
Clamando al cielo
O se la ve de rodillas
Frente al Cristo crucificado
Con traje clerical y de bonete rojo;
Antes de apretar el gatillo del fusil
Y destrozar una cabeza más.

La Barbarie ha vuelto
Y se apellida hoy:
Michelleti,
Canahuati,
Vásquez o Ferrari,
Como se apellidaba ayer:
Rosas,
Ubico,
Trujillo,
Carías o Somoza.

domingo, 26 de julio de 2009

LAS GLORIOSAS, Jorge Luis Oviedo

Oh gloriosas Fuerzas Armadas,
Las más temibles,
Las más amadas.

Oh glorioso ejército de Honduras
Que tantas victorias tienes,
Contra indefensas creaturas.


Oh gloriosas Fuerzas Armadas
Que derrocando presidentes
Y reprimiendo a la más humilde gente
Son -del mundo- las más afamadas

Siempre han ganado la guerra,
Cuando se trata de derrocar
A un Presidente popular.

Cuando se trata de echar por tierra
Los sueños de un pueblo entero
Siempre madrugan primero
Para los sueños truncar.


Muy buenos con la bayoneta,
Magníficos con el fusil;
En junio como en abril
Y al son de la trompeta,
Hacen rodar las tanquetas
Sobre cualquier manifestante;
Y con sus eme diez y seis
Matan en un instante
Cuantas cabezas encuentren;
Por eso es que son valientes.

Aquellos que los adoran tanto,
Sin que les asome espanto,
Les derraman bendiciones
De sus dorados corazones;
Y con la vista elevada al cielo,
Mientras de rojo se tiñe el suelo,
Los pastores y los cardenales,
Al pueblo le predicen males;
Y lo llaman haragán
Y turba mal educada.


El mundo no ha conocido
Ejército más victorioso
Cuando de reprimir se trata
A un pueblo desprotegido

Desde mil novecientos cincuenta y seis
En dos cosas han triunfado
Traicionar al pueblo de Honduras
Y en dar golpes de Estado

martes, 30 de junio de 2009

ESPECIAL HONDURAS

HONDURAS HACIA LAS PROFUNDIDAS MAS DURAS
Jorge Luis Oviedo

En 1963, poco antes de cumplir 5 años, el 3 de octubre, en horas tempranas de la tarde irrumpieron, en dos camiones del ejército, medio centenar de soldados en la pequeña plaza de La Libertad Comayagua, mi pueblo natal, haciendo disparos con sus carabinas, cuyo plomo, los niños, recogimos después de las paredes de la iglesia católica, de la casa cural, de la casa de las monjas, de la alcaldía del municipio y de algunas casas vecinas, incluida la de mi padre, que hacía esquina con la pequeña plaza central de menos de una manzana.
Aquellas imágenes han vuelto a mi memoria, la única diferencia es que aquel día, junto con mi hermano mayor, jugábamos, en la acera de mi casa, de indios y vaqueros, con unas figuritas plásticas que salían en bolsas de diminutos confites (terrones de azúcar de colores) y que, impulsado por la curiosidad, abandonamos el sitio de juego, al escuchar las primeras descargas hechas a las paredes de los edificios ya mencionados, y corrimos a ver a los soldados de verdad, unos de los cuales nos gritó: “chitos”, váyanse de aquí”.
Segundos después viajábamos suspendidos, a veces rozando con la suela de nuestros zapatos, el empedrado de la calle: había sido mi madre que, instintivamente salió a ver y nos descubrió, a mi hermano y a mí, presenciando aquella escena que hoy ha vuelto a aparecer, cuando se reprimía a algunos miles de personas que se mantenía en las cercanías de Casa Presidencial quemando neumáticos o llantas como decimos en Honduras.
Los que hace unas pocas horas se quejaban de que en Honduras, si se hacía una encuesta de opinión para solicitar la instalación de una cuarta urna el día de las elecciones generales, previstas para el 29 de noviembre de este año, con el propósito de convocar a una Asamblea Constituyente que redacte una nueva Constitución Política para el país, han hecho en lo que va del golpe propinado en la madrugada del domingo 28 de junio, lo que vaticinaban se haría en los gobiernos que surgiesen bajo una nueva constitución: reprimir a la población, perseguir y desaparecer periodistas, cerrar canales de televisión u obligarlos a cambiar su programación y, por supuesto, intimidar a la población civil con su despliegue de fuerza bruta.
Aunque el país entrase en los próximos días a una situación de calma, ésta no será más que el producto del temor y la prudencia de la mayor parte de la población, pero no porque se acepte voluntariamente a las autoridades usurpadoras.
Desafortunadamente en Honduras los partidos políticos no son instituciones verdaderamente representativas de la sociedad, sino instrumentos al servicio de las élites de poder económico, quienes han venido manejando el país a su antojo desde hace unas cuatro décadas. Basta revisar los apellidos de los principales actores políticos del país, estos se repiten, como en las antiguas monarquías, solamente que no se colocan el primero, segundo, tercero, etc. ; hay cerca de una decena de casos en que el abuelo, hace cincuenta años, el padre, hace una década, o incluso hoy, y los hijos, en este momento, son los diputados, alcaldes de las principales corporaciones municipales o bien ministros, embajadores o gerentes de entidades autónomas; o en otras ocasiones integrantes de comisiones especiales para hacer arreglos que postergan los problemas.
Junto o detrás de estas familias, que parecen formar parte del inventario fiscal de la Nación, están unas 10 familias que controlan más del 80% de los medios de comunicación masiva (radio, televisión, periódicos), quienes han hecho del hondureño promedio el ser más desarraigada del planeta, al grado de haberle dado al patriotismo hondureño la forma de un balón de fútbol.
Esas mismas familias son las dueñas de las dos compañías de telefonía móvil que primero se los otorgó permiso de operación en el país, a través de concesiones muy particulares; son también las que le venden al Estado Hondureño más de 400 mega wat por hora a un precio mayor del que el Estado lo vende y con el que se subsidia, en la práctica, la energía eléctrica de las maquilas, cuyos parques industriales son propiedad de estas pocas familias.
Honduras fue en las décadas del 60 y el 70 una hacienda de los militares, hoy es un Estado secuestrado por unas pocas familias que tienen a su servicio 4 partidos políticos, las Fuerzas Armadas, varias iglesias evangélicas, la mayor parte de los obispos católicos, a quienes les ubican familiares en el servicio exterior en instituciones gubernamentales.
Estas mismas familias obligaron al Estado hace unos 20 años a cerrar sus laboratorios de producción de medicamentos genéricos básicos, para controlar ellos las copras de medicinas que hacen los gobiernos; también redujeron la capacidad de respuesta del Estado en materia vial para responder las emergencias de la época lluviosa, cuando el ex presidente Rafael Callejas regaló una importante cantidad de equipo pesado donado por Japón, con menos de tres años de uso, con el objeto de facilitar la dependencia gubernamental de las constructores privadas.
Esta estrategia ha resultado tan eficiente para las constructoras que, desde esa época, todos los gobiernos no logran mantener en buen estado la red vial, aunque el presupuesto que se les asigna lo gastan a mitad del año fiscal; sin embargo, las constructoras privadas gozan de gran prosperidad.
Estas familias son las dueñas de las principales empresas exportadoras, las que ahogan con sus precios de intermediación a los productores locales de ahí que se opongan a cualquier tipo de consulta popular que signifique la pérdida de sus privilegios que si bien no los declaran divinos utilizan a algunos obispos y a los pastores evangélicos más prósperos para avalar la protección de sus negocios y sus formas de control.
Han acusado a la izquierda internacional de conculcar las libertades públicas y las garantías individuales y lo primero que han hecho es cerrar canales de televisión, saquear equipos, cortar el fluido eléctrico a todos loas canales de radio y t.v. independiente y obligarlos finalmente a transmitir otra programación. Algunos en protesta han dejado la señal de los espacios informativos sin imagen y sin audio, luego retornan con su programación musical o deportiva.
La radio Globo, la principal cadena independiente y desde donde transmitía Eduardo Maldnado, de una a cuatro de la tarde su programa Hable como Habla (en forma simultánea por canal 66), fue cateada, sus operadores golpeados, lo mismo que algunos periodistas y se los ha obligado a transmitir autocensurándose, de modo que no se puede informar de la real situación del país, ni se permite el acceso de la población para hablar libremente (característica esencial de las dos emisiones de Hable Como Hable en t.v. 66 y radio Globo) y de la emisora en sus informativos.
Desde el golpe de Estado de el 3 de octubre de 1963 no experimentábamos los niveles de brutal represión en el país.
A la comunidad internacional pedimos que no permitan que el país caiga más profundo, que nos ayuden para evitar un inminente baño de sangre y una anarquía sin precdente.

jueves, 25 de junio de 2009

CANTO A HONDURAS

Alfonso Guillén Zelaya

Patria: yo me he sentido vagar en esos vientos
Que bajan de tus tierras cargando pensamientos
De sol. Como yo, nadie te vive y te concentra;
Habita en ti lo mío, lo tuyo en mi se encuentra.

Yo me he sentido ser sangre de tus venas,
Forraje de tus árboles, metal de tus arenas.
Amo tu sol candente, tus grandes aguaceros
Y el polvo trashumante que va por tus senderos.

Adoro tus espacios de cristal rumoroso,
Tu fragancia de selva y tu indio silencioso.
Me inquietaron tus mares, me atrajeron tus montes,
Por ellos he sufrido una sed de horizontes
Que jamás se ha apagado, ni que se apague espero.
Mares y montes, doble escala hacia el lucero
Y la sabiduría:
En sus aguas y cumbres hallan soberanía
El pensador y el rebelde, cuyas mentes y manos
Unirán a tus hijos y ahogarán tus tiranos.


La historia no se cansa y romperá los yugos
Que ha tu frente impusieron logreros y verdugos,
Al horror de las cárceles y las persecuciones,
Al de la incertidumbre y de los paredones,
Al de los pies descalzos y la vida sin techo,
Al de la sangre enferma y el pulmón deshecho;
Al dolor de quien vive cada esperanza en ruinas,
Ignorante, oprimido, sin pan ni medicinas,
Se interpondrá el impulso que aniquile tus penas
Y destroce los hierros de todas tus cadenas.

A la noche tremenda sucederá la aurora.
Minuto tras minuto, la fragua redentora
Implacable incinera
Al servilismo inmundo y a la ambición artera
de esbirros y entreguitas, de estultos y traidores .
En las cenizas muertas reventarán las flores
A tus campos vacíos regresarán las gentes
Y en exilios y cárceles solo habrá delincuentes
Contra tus inquietudes, contra tus desvelos,
Albergue más seguro que el techo de tus cielos
O el del cielo y sus chozas, tendrán tus campesinos.
Y ricos de salud. Dueños de su parcela,
Al paso de sus niños marchando hacia la escuela
Los llenará de fe el músculo y el pecho.
Creerán que Dios Existe, que nos es farsa el derecho
Y su abrazo y su amor. Hermanos de la tierra,
Nos darán la abundancia y alejarán la guerra.

Vendrá el mañana libre. Vendrá la democracia.
No por mandato extraño ni por divina gracia;
Vendrá porque el dolor ha de unirnos a todos
Para barrer miserias, opresores y lodos.
¡Vendrá la libertad! Sobre el pasado inerte
Veremos a la vida derrotando a la muerte.
Tendremos alegría, tendremos entusiasmo,
La actividad fecunda sucederá al marasmo,
Y en la extensión insomne de todos los caminos,
Se alzaran majestuosas tus cumbres y tus pinos.
Ese árbol es tu símbolo. El pino es tu bandera;
Se yergue en tu montaña, se yergue en tu ladera,
Se yergue en tu llanura, se yergue en tus alcores;
Tu sangre y tu heroísmo, tus sueños, tus amores.
Palpitan en la cálida sabia de tus pinares
Con el rumor profético de antiguos avatares
Como tu propio cuerpo altivo y desafiante,
Como la propia historia de tu opresión sangrante,
Lleva el pinar las huellas del odio y la metralla:
Tus pinares han sido un campo de batalla.



Allí yacen legiones de titanes heridos,
Y se quejan al viento sus ramajes caídos;
Al pinar no faltan bravuras ni soldados:
Pinares legendarios, pinares infinitos,
Ejercito de cimas que ofrece a los proscritos.

En su compacto bloque de fraterna arrogancia.
Una lección de lucha suspensa en la distancia.
¡Nobles pinos de Honduras, espejos de grandeza,
Perpetuo desafío de la naturaleza
Contra las dispersiones, contra las deslealtades,
Las derrotas, los crímenes y las adversidades!

El pino es horizonte. El pino es un ejemplo.
En nuestra vida tiene la majestad de un templo.
Pinares hondureños, pinares ancestrales,
Enhiestos, eminentes, sereno, inmortales;
Bandera de victoria contra las tiranías;
¡Vendrán los días de oro, Vendrán los nuevos días!


*Alfonso Guillen Zelaya nació en Juticalpa, Olancho en 1888-México 1947, sus poemas fueron recopilados con el nombre de Ansia Eterna 1960 y el Quinto Silencio 1972.